Ante la desconvocatoria de Huelga de las trabajadoras de la empresa Dulcinea S.L. el día dos de octubre por parte del sindicato CGT, se suman al impago de tres nóminas, nuevos hechos que son responsabilidad de la empresa pero que han afectado al eslabón más débil de la cadena que no son otras que las cocineras de los cuarteles. El hecho de que Dulcinea tenga deudas con la Seguridad Social ha provocado que los cuarteles hayan prohibido la entrada a los mismos a las mujeres de la empresa mencionada.
CGT entiende que las trabajadoras deben poder acudir a su puesto de trabajo y no añadirle un nueva iniquidad como es no permitirles la entrada al cuartel. Ellas no son las responsables de que los gerentes de la empresa no sean capaces de afrontar los impagos con la Seguridad Social.
La orden de que no puede estar en la cocina nadie de la empresa Dulcinea o viene desde Defensa de Sevilla. Se cierran, por tanto, las cocinas porque Dulcinea tiene deudas con la seguridad social aparte de denuncias a inspección de trabajo. El problema, lejos de arreglarse, se agrava para estas trabajadoras que lo único que quieren es poder desempeñar sus labores y cobrar por ello a fin de mes, o que si la empresa Dulcinea no es ya la concesionaria por parte de Ministerio de Defensa, poder estar subrogadas a la posible empresa entrante.
El Ministerio de Defensa no quiere firmar la prórroga con Dulcinea S.L. Este Ministerio establece con las empresas de nutrición dos años de contrato y dos de prórroga. El primer año de prórroga se cumple en estas fechas. Pero Defensa no quiere firmar el año de prórroga que queda por terminar.
Ante la prohibición en la entrada de los cuarteles Campo de Gibraltar y en San Fernando la empresa DULCINEA no se ha pronunciado con las trabajadoras ni las ha defendido.
Las trabajadoras están en una situación en la que acuden a trabajar, pero no se les permite entrar en los acuartelamientos.
