El 30 de Octubre de 2020 pasará a la historia como el día que el Ayuntamiento de Algeciras le dió la espalda al comercio local y la hostelería de la ciudad en el peor momento de la crisis económica y social generada por la pandemia del Covid-19.
Los partidos de la oposición votaron a favor de la propuesta presentada por el gobierno de Landaluce para "congelar" los impuestos locales, cuya consecuencia es que el comercio de proximidad y los establecimientos de hostelería no tendrán ninguna rebaja fiscal en 2021. Les faltó "sacar a hombros" al alcalde algecireño por no subirlos, algo insólito cuando hay numerosas empresas pendientes de un hilo debido a la falta de ingresos.
Lo más preocupante es el silencio cómplice tanto de la Asociación de la Pequeña y Mediana Algecireña (Apymeal) como de la recién creada Asociación de Hosteleros Locales, y más, cuando han reconocido públicamente que sus ventas han bajado hasta un 70% como consecuencia de la crisis del coronavirus.
Parece mentira que en la mayoría de las ciudades españolas bajen impuestos y creen ayudas destinadas a proteger y revitalizar el comercio local mientras en Algeciras se haga todo lo contrario, con el beneplácito de toda la corporación. Después se rasgarán las vestiduras por el continuo cierre de establecimientos en el centro de la ciudad, como en la calle Ancha y zonas aledañas.
La clase política vuelve a demostrar que no está a la altura de las circunstancias, la ciudadanía debemos exigirle a nuestros representantes públicos que dejen de mirar para otro lado y actúen para evitar la pérdida de más puestos de trabajo debido a su incompetencia.
Ignacio Holgado
