Por Carmen Cortés. Después de una ausencia demandada por mi corazón he tenido el tiempo suficiente para poder valorar la situación que nos envuelve en las calles de una España enmascarada.
Una nación perdida que se niega a coger las riendas de su vida. La unión que se mostró desde los balcones y ventanas se ha difuminado cuando las fases han comenzado.
Este proceso de desconfinamiento no es otra cosa que la forma de impulsar la economía. Una situación difícil, sin ninguna duda, es la que nuestro país está sufriendo por una mala gestión.
Una vez más, se demuestra que la vida no tiene importancia porque sin a penas haber terminado el primer repunte, comienza el experimento por la presión de las perdidas económicas sufridas no porque debamos salir de casa.
Mirar atrás y decir que se debería o no haber hecho ya es inútil, porque el ahora es lo que tenemos, pero sí mirar atrás para valorar qué nos ha llevado adonde estamos y aprender de los errores, es como así evitaremos volver a cometerlos.
Pero quienes manejan la situación una vez más no valoran ni observan lo que ha sucedido y está aconteciendo. Por lo tanto, volverán a caer y naturalmente nosotros con ellos. Al fin y al cabo, somos una cadena y si un eslabón se rompe es difícil que siga funcionando.
Si hacemos un recorrido por las maniobras de actuación de otros países, veremos que a día de hoy ya se habla de repunte, se habla de nuevas defunciones, se habla de imprudencia... Y todo por levantar la economía.
A ver, si algo he sacado en claro de este encierro es que nos hace falta muy poco para ser felices, que las fronteras las crea nuestra mente, que las diferencias suman porque cada ser aporta, que la unión hace la fuerza pero señores no hablo de apludir al trabajo de quienes han estado al frente, porque es su labor y sé de lo que hablo, porque también he estado aportando.
Párense y no actúen como borregos, todos queremos disfrutar de la libertad pero no se es menos libre actuando con conciencia. Al revés, si fueramos conscientes y responsables, sabrían que ser libre es actuar de acuerdo a unos valores, respetar la vida, luchar y plantar cara como han hecho muchos de los pensionistas que han fallecido.
Que soy consciente que muchos hogares están viviendo penurias por los cierres inminentes de sus puestos de trabajo, pero volver de sopetón a la rutina solo va a crear un colapso y nuevos casos, porque parece que todo ha pasado, y sí, ha pasado pero en el ahora sigue presente el virus, por lo tanto sigue presente ser responsable, mantenernos unidos para que nos respondan como debe de ser, porque ¿cómo podéis seguir tan campantes mientras ahí arriba juegan a dirigir un país? Si nos han prohibido manifestarnos, hay muchos medios para hacer ruido, hagamos eco de nuestros sentimientos.
Nos merecemos un mundo que defienda la vida y no atente contra ella. Un mundo donde la Tierra sea valorada y alabada, donde el amor sea el motor de toda acción, donde aceptemos las diferencias y se eliminen las barreras.
Solo así tendremos posibilidad de sobrevivir y tener cabida en este mundo donde el ser humano ha olvidado que es parte de él y no dueño de.
Carmen Cortés
La Voz De Mi Interior
